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La que es considerada por muchos cuna natural de la Fórmula 1 podría tener sus días contados. El circuito británico de Silverstone saldrá del calendario de esta competición en 2009 si no acomete profundas renovaciones que, pese a lograrlas, tampoco le asegurarían la continuidad en el circo de Berni Ecclestone.
El plan de choque exigido por los organizadores de la Fórmula 1 incluye la construcción de una nueva grada, de nuevas instalaciones en la zona del padock y los boxes, un mayor centro de prueba de las manufacturas, un hotel y un modernizado centro de prensa.
Obras que, a priori, estarían concluidas para la primavera de 2010, un año después de la fecha en la que termina el contrato por el que este circuito alberga el Gran Premio de Gran Bretaña. Algo insuficiente para el gran magnate Ecclestone, quien considera fundamental que, para renegociar este acuerdo, esté gran parte de estas reparaciones concluidas.
La segunda condición para que ambas partes se sienten a negociar apunta al dinero que el Club de Pilotos de Gran Bretaña (CPGB), gerente de este circuito, aporta a la Fórmula 1. Los rumores apuntan a que ya han puesto sobre la mesa una oferta de 22 millones de dolares que todavía no agrada a Ecclestone. "El CPGB conoce perfectamente cuales son las condiciones para renegociar el contrato"
Amenazas anteriores
No es la primera ocasión en la que semejante amenaza se cierne sobre Silverstone. En años anteriores Ecclestone ya advirtió al CPGB debería realizar importantes modificaciones si querían seguir viendo pasar por su asfalto a los reyes del volante.
Estas exigencias aumentaron con la incorporación de otros nuevos trazados que han extendido el espectáculo de los monoplaza por lugares hasta hace poco inalcanzables para este deporte.
Su llegada a Oriente Medio comenzó a poner la puntilla a esta vieja pista de aterrizaje que, en 1950, albergó el primer campeonato de Fórmula 1 de la Historia.
A este punto y final podría contribuir también las nuevas expectativas de negocio abiertas por la última fase de expansión de la Fórmula 1 por países como la India, Rusia e incluso España, con el Gran Premio de la Comunitat Valenciana que se estrenará, sobre circuito urbano, el próximo mes de agosto.
La capacidad de generar beneficios de estos nuevos campeonatos ha colocado a Silverstone en el disparadero, más si cabe observando la delicada situación económica en la que se encuentra este deporte, como bien prueba la retirada reciente del equipo Super-Aguiri, incapaz de hacer frente a los gigantescos gastos de este espectáculo.
Presión en el Reino Unido
La insistencia de Ecclestone en hacer realizad su amenaza ha conmocionado a la sociedad británica, que rápidamente ha puesto en marcha una campaña de presión mediática para salvaguardar uno de sus orgullos patrios.
Una campaña que el dueño de la Fórmula 1 ha sabido utilizar a su favor para aumentar las exigencias al CPGB. Ecclestone ha llegado a afirmar que no le importaría realizar una carrera con trazado urbano por las calles de Londres.
Los expertos saben que esta posibilidad es inalcanzable, pero Ecclestone intenta así evitar que los millones de británicos aficionados a su deporte se vuelvan contra él por arrebatar de su patria el espectáculo de la Fórmula 1: en el Reino Unido no existe ningún otro trazado donde realizar estas carreras si finalmente Silverstone no pasa la prueba.
Alemania y Francia, con problemas similares
Hace poco Ecclestone ya anunció que otro mítico circuito, el trazado francés de Magny-Cours, dejaría de albergar carreras de Fórmula 1 para 2009.
Una amenaza que a punto ha estado de cumplir con Alemania, otro de los países con más aficionados en el Viejo Continente. Los alemanes se libraron de la mano firme de Ecclestone gracias a una fórmula innovadora: El Gran Premio de este país lo comparten de manera alterna los circuitos de Hockenheim y de Nurburgring.
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