Fernando, estarás feliz de tener la oportunidad de pilotar un F1 por las calles de Oviedo, tu ciudad natal…
Sí, va a ser increíble y definitivamente uno de los eventos más especiales del año. Siempre he querido conducir un F1 por las calles de Oviedo, la ciudad donde nací y donde he vivido de pequeño, delante de mi familia, mis amigos y de tanta gente que me ha apoyado siempre a lo largo de todos estos años. Después del año tan difícil que hemos tenido, será agradable hacer una cosa diferente y celebrar la magia de la F1. Me encanta participar en roadshows, pero por supuesto el de Oviedo será mucho más especial para mí.
Háblanos de Oviedo. Para los que no la conozcan, ¿como es…?
Es una pequeña ciudad industrial al norte de España. Es preciosa, muy verde porque llueve muy a menudo. La gente es encantadora, muy amable y hospitalaria. La mayoría de mi familia vive ahí, mis amigos… que te voy a decir, que es un lugar que me encanta y llevo siempre conmigo.
¿Cuál es el primer recuerdo que tienes de Oviedo?
Conservo especialmente en la memoria mis días de estudiante. Vivíamos a un kilómetro del colegio más o menos y yo iba andando todas las mañanas con mi madre o con mi abuela. Como mis padres trabajaban los dos, pasaba mucho tiempo con mi abuela y con mi hermana. Tuve una infancia muy feliz. También me acuerdo de mis compañeros del cole, siempre estábamos jugando al fútbol y al baloncesto…
¿Te gustaba ir al colegio?
Sí, me gustaba mucho, y era un buen estudiante. No tenía ningún problema con los exámenes. Hice muy buenos amigos y fíjate, todavía siguen siendo mis mejores amigos.
¿Practicabas deporte en el colegio?
Sí, me encantaba jugar al fútbol. Solía ponerme de portero… era mi posición favorita porque no se sudaba tanto...
¿Tu familia sigue viviendo en Oviedo? ¿Vas mucho por allí?
Sí, siguen viviendo allí, pero en las afueras, no en el centro. No puedo ir todo lo que me gustaría porque vivo en Suiza y por mis horarios, las carreras, los test y otras obligaciones que tengo durante la temporada, es complicado. Procuro hacer una escapada cada dos meses, cuatro o cinco días. Disfruto al máximo y recargo pilas.
Tu padre era un piloto amateur de karts, ¿cómo se interesó por el karting?
Se las ingenió para construir un kart digamos “casero” con algunos amigos y como se lo pasaban fenomenal, comenzaron a competir y acabaron inscribiéndose en el campeonato de Oviedo. Después mi padre construyó otro kart para mi hermana que tenía siete años, pero a ella no le gustó, así que me tocó a mí ocupar su puesto. Solo tenía dos años pero me encantó y no había forma de bajarme…
¿Y como era ese primer kart?
Pues ¡imagínate! obviamente era muy pequeño, con muchas extensiones y casi no llegaba a los pedales. Era rojo y blanco porque estamos hablando de los años 84/85 y creo que mi padre debió inspirarse en los colores de McLaren cuando construyó aquel kart. Lo llevábamos a un parking y a mi me encantaba dar vueltas y vueltas como un loco, lógicamente iba a dos por hora (aunque yo pensaba que iba súper rápido) y con mi padre caminando junto a mí...
¿Competiste alguna vez contra tu padre?
Una vez, cuando tenía diez u once años y ¡me ganó! Después le pedí la revancha pero no hubo forma…
La Fórmula 1 no era entonces un deporte muy popular en España y no era fácil seguirlo, ¿verdad?
Era muy difícil y no comencé realmente a seguir la F1 hasta que tuve unos dieciséis o diecisiete años. Date cuenta que entonces las carreras no se televisaban, no había ni de lejos la tecnología que existe ahora, tampoco teníamos Internet... Mi principal distracción consistía en ver los partidos de fútbol por la tele. ING Renault F1 Team
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