El piloto canadiense, Lance Stroll, fue capaz de completar por fin un día sin incidentes en el Circuito de Barcelona - Catalunya, aunque su compañero de equipo, Felipe Massa, cree que el mayor desafío para Stroll llegará dentro de menos de dos semana por las calles del Principado de Mónaco.
El joven piloto del equipo Williams vio la bandera a cuadros por segunda vez consecutiva esta temporada, una hazaña que le proporcionó más experiencia, mientras que el brasileño hace todo lo posible para aconsejar a Stroll y no para de aconsejarle.
"Monaco es probablemente la pista más exigente de todas, incluso los pilotos más experimentados tienen problemas allí. Llegas a los muros muy rápidamente. Y los coches son más anchos esta temporada, pero las calles son tan estrechas como antes", afirmó el carioca a Le Journal de Montreal el pasado fin de semana.
"Así que va a ser difícil para Lance correr en Mónaco, nada se compara con esta pista, pero por supuesto estaré allí para ayudarlo. La puesta a punto es crucial en Mónaco y pero la compartiré con él. Donde y cómo frenar es también un arte que hay que dominar", confesó.
El veterano piloto también recordó su primera visita a Montecarlo en 2002, en un fin de semana que no le trae buenos recuerdos.
“Al igual que a otros pilotos en su primera carrera en Mónaco, el resultado fue algo catastrófico a pesar de marcar el 13º tiempo. Me pasé todo el rato tratando de evitar tocar los muros u otros coches, pero mi carrera se acabó repentinamente. Son muchos los pilotos que tocan el muro tratando de apurar al máximo, incluso los veteranos no son inmunes. Con el riesgo de repetirme, Lance debe seguir aprendiendo", recordó.